Shanti Devi nació en la India, en Nueva Delhi, pero a los tres años empezó a afirmar que su casa estaba en Mathura. A los cuatro años contaba detalles de su vida anterior, entre otras cosas que estaba casada, a pesar de que sus hermanas se burlaban de ella.
Shanti afirmaba también que procedía de una casa más rica y le decía a su madre: "Tú no eres mi verdadera madre". Aseguraba también que su marido tenía una tienda de tejidos y que su casa de Mathura estaba pintada de amarillo. Los padres se negaban a aceptarlo.
Un día Shanti rechazó la carne diciendo que en su casa no comían carne. En la escuela, los niños se reían de ella cuando contaba que estaba casada y tenía un hijo.
Su maestro se interesó por su caso y le preguntó detalles como el nombre de su marido y le prometió llevarla a Mathura. Ella contestó: "Mi marido se llama Pandit Kedernath Chobey" y le dio además su dirección completa.
El maestro escribió a aquella dirección. A vuelta de correo, aquel hombre informaba que lo que decía la niña era absolutamente cierto. El marido viudo mandó entonces a un primo que fue reconocido por la niña a quien llamó por su nombre.
Shanti le preguntó además por su hijo, le describió las habitaciones de la casa y la distribución de la tienda. Finalmente, el marido viajó a Delhi con su actual esposa y el hijo de su primer matrimonio.
La niña reconoció a su marido y abrazó a su hijo. Shanti reconoció también sus antiguas joyas.
Al llegar a Mathura, la niña reconoció todos los lugares y a las personas que conoció en su anterior vida. Al llegar al dormitorio de la casa, la niña dijo: "Aquí escondí mi dinero. Si miráis debajo de las baldosas encontraréis un cofre con 150 rupias".
Shanti reconoció también la casa de sus padres y, entre las 45 personas de aquella casa, abrazó a su madre.
fuente paisajegotico.com.ar